Cómo ser el Buen Samaritano

SER COMO EL BUEN SAMARITANO

30Respondiendo Jesús dijo: —Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto.
31 Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo.
32 De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo.
“Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamelo; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?
37 El dijo: —El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: —Vé y haz tú lo mismo.

” LUCAS 10:33-37


La primera fase en el proceso de hacer discípulos es PREPARAR la tierra del corazón. Cuando nos acercamos a las personas en amistad y servicio, mostramos que nos preocupamos y ganamos su confianza. Los actos individuales de bondad amorosa ayudan a preparar corazones para recibir la verdad del evangelio:
“Los sembradores de la semilla tienen una obra que hacer en cuanto a preparar los corazones para que reciban el Evangelio... Se necesita un trabajo personal en favor de las almas de los perdidos. Debemos acercarnos a los hombres individualmente; y con la simpatía de Cristo hemos de tratar de despertar su interés en los grandes asuntos de la vida eterna. Quizá su corazón parezca tan duro como el camino transitado, y tal vez sea aparentemente un esfuerzo inútil presentarles al Salvador; pero aun cuando la lógica pueda no conmover, y los argumentos puedan resultar inútiles para convencer, el amor de Cristo, revelado en el ministerio personal, puede ablandar un corazón pétreo, de manera que la semilla de la verdad pueda arraigarse. PVGM 37


El propósito  de esta reflexión es: Ser como el buen Samaritano


1. ¿Qué actividad realizaba el Samaritano cuando se encontró con su prójimo en necesidad? qué de camino
Se encontraba participando de sus actividades rutinarias y siguiendo el curso normal de su viaje. Él mismo decide interrumpir sus actividades normales y rutinarias ya que tomó la iniciativa de acercarse a la persona necesitada.

Aplicando esto a nuestra vida:

a) Hacer una pausa. Parar y reevaluar nuestras prioridades y reprogramar nuestras tareas diarias ajustando horarios de tal manera que dediquemos tiempo para atender las necesidades de otros.

b) Tomar iniciativa. Significa tomar riesgos y dejar nuestra posición de comodidad y seguridad para buscar el bienestar del necesitado. El buen samaritano se arriesgó a ser asaltado y violentado


2. ¿Cuál es el segundo paso del buen Samaritano? vino cerca de él


3. ¿Cuál es la consecuencia de los dos primeros pasos que dio el buen Samaritano? Viéndole
Crea un contacto personal, cara a cara. Puedes mandar mensajes por redes sociales, llamar por teléfono, una carta etc. pero no hay sustituto para el contacto personal y físico. Aquí debes establecer un contacto personal para suplir la necesidad. Con tu contacto la persona se siente valorada y digna. Mirar a los ojos es una muestra de respeto y una demostración de aprecio.


4. ¿Cuál era el móvil del buen Samaritano para ayudar? Movido a misericordia. 
Este paso es la ACCIÓN por la COMPASIÓN/AMOR. ¿Qué motiva tus acciones de ayuda? Somos desafiados a ser honestos con nosotros mismos en cuanto al deseo final y objeto primordial al prestar ayuda al necesitado. Encontrarás el camino al corazón del necesitado solamente si de manera desinteresada, clara y tangible pones en práctica el amor de Dios a tu prójimo.


5. ¿Qué actos en concreto hizo el buen Samaritano? acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él 
Atendió las necesidades urgentes involucrándose de manera personal, tomando riesgos y analizando rápidamente la situación para dar una solución inmediata a las necesidades del herido. Las acciones del Samaritano preservan la vida y dan nueva oportunidad para vivir.


“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

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